¿Socios y esposos? La verdad detrás de Urbana Pizza

Entrevista Restaurante urban pizza Alejandra Cerén 

Para Alejandra, la pizza no es solo comida, es una pasión. Desde siempre ha sido su platillo favorito, pero su conexión con Urbana Pizza fue algo especial. Antes de convertirse en propietaria en una de las franquicias, trabajó como gerente de marca, un rol que le permitió conocer la esencia de la empresa y enamorarse de su concepto.

Lo que la atrapó no fue solo el negocio, sino la esencia de Urbana Pizza: una propuesta que lleva la experiencia neoyorquina a otro nivel. Aquí no se trata de la típica pizza de siempre, sino de un menú que rompe esquemas, donde cada rebanada cuenta una historia y cada ingrediente tiene un propósito. Más allá de la clásica pepperoni o la icónica meat lovers, Urbana Pizza es un viaje directo al corazón de Nueva York, sin necesidad de cruzar el charco. Y Alejandra lo sabe: no está aquí solo para vender pizzas, sino para cambiar la forma en que la gente las disfruta.

Para Alejandra y su esposo Francisco, el camino del emprendimiento nació de un deseo compartido: construir algo propio. Ambos tenían empleos estables, pero sabían que su verdadero sueño iba más allá de trabajar para alguien más. "Es una cosa cumplir con tu trabajo, pero dar la milla extra por lo tuyo… eso no tiene comparación", dicen con convicción.

Como muchos emprendedores, Alejandra llegó a un punto clave en su vida: el momento en que descubres que lo que realmente amas es tomar tus propias decisiones. Para ella y Francisco, la libertad de crear, innovar y dirigir su propio destino es lo que hace que todo valga la pena.

Si vas a Urbana Pizza, Alejandra tiene un consejo infalible: pide tu pizza half & half. ¿Por qué elegir un solo sabor cuando puedes disfrutar dos? Perfecto para compartir con tu pareja, amigos, familia… o simplemente para darte un festín con dos combinaciones espectaculares.

Para una experiencia que despierta los sentidos, Alejandra te recomienda probar su especialidad: Chicken Buffalo Parmesan. Una combinación irresistible de pollo jugoso, cebolla y ese toque fresco y vibrante de cilantro, todo envuelto en su inigualable salsa creamy buffalo, cremosa y llena de carácter, sin el picante que esperas, pero con una profundidad de sabor que te hará cerrar los ojos en cada bocado.

¿Y la otra mitad? Carnitas Lover. Porque si algo es sagrado en esta vida, es el chicharrón en una pizza. Crujiente, sabroso, acompañado de chicharra, cebolla y cilantro fresco, todo coronado con un dressing de cilantro y limón que amarra los sabores en un solo golpe. Cada mordida es un equilibrio entre lo crujiente, lo tierno y lo cítrico, un bocado que se queda contigo.

Pero la experiencia no termina ahí. Para abrir el apetito, nada como unas bolitas de queso, doradas por fuera, cremosas por dentro, perfectas para empezar la velada. Y para el maridaje ideal, una michelada de maracuyá, refrescante, frutal, con ese balance entre lo ácido y lo especiado que te hará dar el siguiente sorbo sin pensarlo dos veces.

Y si crees que ya has probado lo mejor, espera el final: flan de queso. Pero no es cualquier flan. Es el mismo que Alejandra sirvió en su boda, un postre que marcó una noche llena de amor, risas y momentos inolvidables. No solo es un flan, es un recuerdo hecho postre. Suave, cremoso, con el dulzor exacto para cerrar la experiencia con una caricia al alma. Cada cucharada es un viaje en el tiempo, un suspiro de nostalgia, como esas recetas de casa que te abrazan con cada bocado. Y cuando lo pruebes, entenderás por qué, años después, los invitados aún hablan de él… y por qué tú también lo harás.

En Urbana Pizza, las reglas no existen. Sus recetas son disruptivas, atrevidas y rompen con lo convencional. Una de sus anécdotas más virales comenzó cuando un cliente, al revisar el menú, vio algo que lo dejó en shock: una pizza de birria. No podía creer que un clásico mexicano pudiera reinventarse de esa forma, pero se atrevió a probarla… y quedó fascinado.

Tan impresionado estaba que lanzó un reto a Alejandra y Francisco: “Volveré la próxima semana y quiero ver si el sabor sigue siendo el mismo”. Esa misma noche, su experiencia llegó a Twitter y explotó. Se hizo viral. Decenas de personas comentaron, asegurando que Urbana Pizza estaba haciendo historia.

Una semana después, el cliente regresó con sus hijos, tomó el primer bocado… y sonrió. El reto estaba superado. Calidad intacta, sabor inigualable. Porque en Urbana Pizza, el tiempo no es un enemigo, sino una prueba que siempre superan. Sus pizzas no son solo comida, son experiencias que desafían el paladar, rompen esquemas y confirman que la excelencia no es cuestión de suerte, sino de pasión y compromiso.

¿Querés emprender? Entonces prepárate para el reto.

Alejandra lo tiene claro: el éxito no es casualidad, es estrategia, preparación y visión. Para llevar tu idea al siguiente nivel, hay pasos que no podés ignorar:

Estudiá tu mercado y conocé tu industria.
Definí tu marca y audiencia: sin identidad, no hay dirección.
Segmentá a tus clientes y hablales directamente.
Informate sobre lo legal para construir sobre bases sólidas.
Si vas a tener socios, elegí bien: mismos valores, misma visión.

Porque emprender no es un salto al vacío, es tomar riesgos con estrategia. Alejandra y Francisco aprendieron que los negocios no se construyen solos, y que el trabajo en equipo hace la diferencia. Pero, sobre todo, entendieron que ningún éxito es posible sin Dios.

"El miedo no desaparece, pero cuando confías en Dios, Él abre caminos donde antes no los veías", dice Alejandra. Cuando Dios está en el centro, las puertas correctas se abren y cada reto se convierte en una oportunidad.

Así que la pregunta no es si podés lograrlo. La verdadera pregunta es: ¿vas a dar el paso con fe?

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